Disfruta de un baño impecable

Es posible con unas sencillas rutinas diarias, semanales y mensuales. Para limpiarlo usa productos naturales que tengas en casa.

Cada día

Aprovecha el vapor de la ducha.  Basta con una rutina de 15 minutos diarios para tener un baño impecable. Después de la ducha es el mejor momento para hacerlo. Aprovecha el vapor para limpiar el espejo o dar brillo a las baldosas de la zona de aguas.

Seca bien. Asegúrate de que no quedan restos ni de humedad ni de jabón en las baldosas o la cortina de ducha. Es el mejor modo de evitar el moho.

Antes de irte a dormir.  Vacía el cesto de la ropa sucia, así evitas que las prendas cojan olor a humedad. Es importante que desinfectes los sanitarios a diario. Puedes hacerlo con un producto específico para baño y dejarlo actuar toda la noche. Una alternativa es una mezcla de vinagre caliente con sal gruesa. Déjala actuar y repasa todos los rincones a fondo con la escobilla. Un rato antes de acostarte, enciende una vela aromática para disfrutar de un buen olor por la mañana.

Airea las toallas. Tiende las toallas tras la ducha. Guárdalas con saquitos con tizas: absorben la humedad.

Manchas de cal. Evítalas en grifos y mamparas. Un poco de constancia te ayudará a acabar con las típicas marcas de cal de las gotas. En los grifos, basta con pasar a diario un paño. Y en la mampara, utiliza una espátula limpiacristales cuando las gotas aún estén húmedas.

Lavamanos. Enjuaga y pasa un paño. Coloca un pequeño filtro para el desagüe (disponible en ferreterías) que evita que los cabellos lleguen al desagüe. Repasa con un paño de microfibras y agua caliente para eliminar restos de jabón, cremas, maquillaje…

Cada semana

Limpieza a fondo de suelos y sanitarios. Si eres constante a diario la limpieza semanal será más llevadera: el baño estará menos sucio y acabarás antes de limpiarlo.

Bañera y ducha. Usa un detergente suave o una mezcla de agua con vinagre. Si las juntas se oscurecen, calienta la mezcla en el microondas y repasa con cuidado. Para eliminar las manchas de la bañera, frota con bicarbonato.

Los azulejos. Mezcla dos cucharadas de jabón blanco rallado y una de alcohol. Frota los azulejos y, después, aclara con una esponja y seca. Para mantener las juntas blancas, frótalas con un cepillo de dientes que ya no uses.

El suelo. Pasa el aspirador y, a continuación, friega el suelo. Haz especial hincapié en la zona más cercana a los inodoros y en la salida de ducha o bañera. Friega el suelo con una mezcla de vinagre de vino blanco, aceites esenciales de eucalipto y limón y alcohol de 96°.

Inodoros y mamparas higiénicos. Una vez por semana tu baño necesita una limpieza más profunda. Hazla con productos naturales como vinagre o bórax, una sal mineral que es un limpiador muy efectivo. Desinfecta los inodoros con una mezcla de un 1/4 de taza de bicarbonato (o bórax) con una taza de vinagre y déjalo actuar.

Para el espejo. Haz una mezcla de agua y vinagre y seca con papel de periódico o un paño de algodón.

Mampara sin cal. Con una esponja empapada en vinagre blanco. Incide en los perfiles. En lugar de vinagre puedes usar ácido acético. Es igual de natural y no tiene nada de olor.

Jaboneras y papelera. Vacía y cambia la bolsa de la papelera, como mínimo, una vez a la semana. Limpia las jaboneras: de plástico o loza con jabón y las de madera con un poco de vinagre. Asegúrate de que quedan secas. Lava el vaso de los cepillos, a mano o en el lavavajillas.

Cambia las toallas y lávalas sin suavizante. Las toallas, renueva las de ducha y albornoces cada semana. Las de mano cámbialas cada cuatro días, en función de los que seáis en casa. Elige alfombras de ducha también de toalla y lávalas todas juntas. Las toallas, te quedarán más esponjosas con poco suavizante. Si pones demasiado pierden absorción. También puedes usar un poco de vinagre que, además, reaviva su color. Si puedes, guárdalas en un armario que no esté en el baño.

Cada mes

La suciedad más rebelde y la cal. Para las tareas que hay que realizar una vez al mes o 3 o 4 veces al año anota en un calendario cuándo fue la última vez que las hiciste.

Limpia la cisterna del inodoro con vinagre. Añade un vaso en el depósito de agua y deja actuar toda la noche. Hazlo una vez cada tres meses.

Rociadores sin cal. En zonas con agua dura, pueden obstruirse. Desenrosca el rociador y frótalo con limón. También puedes sumergirlo en agua caliente y vinagre.

Para las tuberías. Prepara una mezcla a partes iguales de bicarbonato y vinagre. Reaccionará haciendo una espuma. Ponlo en los desagües y vierte agua caliente.

Más luz. Limpia las lámparas y bombillas para evitar que el polvo reduzca su potencia. Hazlo cuando estén frías y secas.

Un cepillo para los grifos. Es el mejor modo de llegar a todos los rincones. Frótalos con un poco de zumo de limón para que queden brillantes. También puedes hacerlo con vaselina.

Renueva el aire. La humedad es el peor enemigo de tu baño. Si no tienes una ventana instala un extractor de aire o un deshumidificador. También pueden ayudarte las plantas.

Elige pastillas de jabón. Gastas menos cantidad de jabón y, en consecuencia, contaminas menos. Para que no se reblandezcan pon en la jabonera algún canto rodado.

Toallas sin olor. Si una vez secas siguen oliendo a humedad, sumérgelas en un barreño con agua caliente y rodajas de limón. Déjalas unas 12 horas y luego lávalas.

No acumules productos, agrupa y ordena.  Una vez al mes revisa las baldas y cajones del baño. Tira los botes vacíos, apunta lo que necesitas y desecha los medicamentos caducados. Para preservar el orden, agrupa los productos en cestas y recipientes. Gastarás menos si usas dispensadores de jabón en la ducha.

Fuente: El Mueble

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