Un baño para dos

Zona de aguas con ducha y bañera

Un baño para dos

Autor: El Mueble

Auténtico y natural gracias al uso de materiales autóctonos, este baño es ideal para disfrutar en pareja, con una bañera doble, dos lavamanos y mucho espacio.

Un ambiente zen invade cada rincón de este baño, con vistas a la ladera de una montaña andorrana. “Es un espacio natural, cálido y fresco a la vez, con un cierto punto nórdico”, describe Joan Llongueras, arquitecto técnico e interiorista de Coblonal Arquitectura, encargado del proyecto. Una estética creada a partir de materiales autóctonos como la piedra natural de los lavamanos o la madera de roble del techo y del pavimento, que crea un marco cálido y de un color miel que se vuelve dorado cuando se refleja sobre ella la luz del sol.

Madera y microcemento

Con vetas a la vista, lamas de distinto ancho y corte se mezclan para crear un original pavimento, logrando un suelo de gran naturalidad y que Joan denomina como “la imperfección perfecta”. Todo está técnicamente estudiado para conseguir mayor autenticidad: “En mis proyectos busco la sencillez, pero muy depurada”. Además de la madera de roble, el microcemento en gris piedra con gotas de ocre es otro material esencial e integrador en el proyecto. Reviste lasparedes que llegan hasta el vestidor y el dormitorio (estancias con las que este baño comparte la planta superior de la vivienda) y también la larga encimera del tocador.

Una balda que unifica

Es una balda gruesa, de microcemento, que nace en uno de los extremos del baño (bajo un frente de armarios a medida, con puertas de roble a juego con el resto de muebles) y se prolonga hasta la zona de tocador, con dos lavamanos de piedra. Una balda gemela crea un cómodo asiento en la cabina de ducha. Y se repite en el extremo de la bañera, como zona de apoyo para cosméticos y un par de plantas. En definitiva, una simple balda, dividida en tres, es capaz de unificar los diferentes ambientes del baño.

En esta concepción abierta del espacio, el único que se cierra es el inodoro, ubicado en el extremo opuesto a la bañera, en una cabina que le da independencia, cerrada con una puerta corredera para no restar espacio. En esta pared se ha colgado un toallero personalizado con la misma madera de roble de los muebles.

Completa zona de aguas

La ducha, que dispone de dos posiciones de agua para una ducha diaria o una más relajante, es también una cabina de vapor, de ahí que se cerrara en una estructura estanca de roble y cristal. Junto a la ventana, y en la zona de más luz, reposa una bañera biplaza con vistas a una naturaleza espectacular.

Comodidad que rentabiliza espacio

Ducha con asiento. La ducha integra una balda de microcemento que puede usarse como banqueta para sentarse o como espacio de apoyo para geles o esponjas.

Cajón para toallas. La ventaja de los lavamanos de superficie es que permiten aprovechar el primer cajón del tocador, que solo debe contar con un hueco para salvar el sifón.

Detalles pensados para compartir

Bañera para dos. La ventana con apertura pivotante horizontal permitió colocar la grifería de la bañera doble justo frente a ella sin entorpecer su apertura.

Toallas secas. El radiador toallero tiene tres baldas de madera de roble perfectas para mantener las toallas siempre secas y calientes. Él las cuelga en la de arriba y ella, en la de abajo.

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